miércoles, 22 de febrero de 2012

¡A iniciar la revolución del aprendizaje!



A continuación os dejo con una de las charlas de Ken Robinson. 


Un educador, escritor y conferenciante británico. Es partidario de la innovación en la enseñanza y nos invita a participar en ella.












En esta charla en la que nos da una perspectiva de la educación diferente a la que actualmente existe, una educación en la que se tenga en cuenta los talentos de cada uno, y potenciarlos.










Como hemos podido ver, todos nacemos con unos talentos, siempre hay algo que se nos da mejor que otras cosas. La cuestión está en que muchas personas pasan su vida sin descubrir cuál es el suyo, sin saber qué es lo que mejor se le da, qué es con lo que más disfruta y lo que le gustaría hacer por toda su vida.

Actualmente hay personas que piensan que no valen para nada, y eso obviamente no es cierto ya que todos contamos con unas capacidades diversas, el inconveniente está en que estos talentos hay que desarrollarlos a lo largo de nuestra vida. Dado que mucha gente no sabe cuál es su don, hay un gran desperdicio de talentos. 
Esto va ligado a que muchas personas, debido a la mentalidad selectiva y equivocada de la sociedad en la que vivimos, de acuerdo a temas como la educación y su fin; se han visto influidos de alguna manera y han decidido dedicase a profesiones o trabajos que no les gusta, que no les llena. 


Se dice que, actualmente "la educación aleja a las personas de sus talentos naturales", y en ésto yo estoy de acuerdo, ya que como he dicho anteriormente, la sociedad está erróneamente concienciada en que el único fin de la escuela es la universidad, de manera que rechazan cualquier otra alternativa, y no solo las rechazan sino que también las infravaloran. Esto lleva a que muchas personas que no se vean motivadas por algo que la sociedad acepta como bueno y digno, piensen que no valen la pena. 


Con esto quiero decir, en que vivimos en una sociedad donde predominan mucho unos prototipos, y en el caso de no cumplir con ellos se rechaza y menosprecia de manera que muchas personas deciden dedicarse a algo que no es lo que en verdad les apasiona. A esto lo atribuyo yo el fracaso no solo escolar, sino también profesional. 


Pienso que la sociedad vaya bien, es necesario que cada una de las personas desarrolle sus talentos y que se dediquen a ellos, ya que una persona que trabaja en algo que le gusta, que le apasiona, lo hará bien y se sentirá bien. Dado que hay una diversidad de talentos y no todos somos iguales, si se haría lo que digo, se conseguiría una sociedad más feliz y estable.


Todo lo que ya he dicho, no se podrá llevar a cabo si la idea de las personas sigue siendo la misma, de ahí la importancia de la educación. Es allí donde, desde los primeros años se ha de concienciar de que tenemos que terminar con los prototipos que hay actualmente, debemos abrir nuestras mentes y dejarnos de toda esa idea de conformidad.


Los docentes, tenemos la labor de ver al niño como un ser individual, debemos respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno. Así como también tenemos que partir del centro de interés del niño, y crear en la escuela un ambiente en el que el niño pueda ser capaz de conocer su talento y de desarrollarlo; evitando así el fracaso escolar tan alto que hay ahora.


Algo primordial es que tenemos que tener claro que no somos constructoras de niños, nuestro fin no es crear niños con una misma mentalidad, criterio, características. Sino atender a cada uno de manera personalizada, contribuir a su desarrollo integral. Y crear personas capaces de tener una autonomía a la hora de tomar decisiones y tener el criterio necesario como para decidir qué es lo mejor, así como tener el coraje de hacer lo que le realmente le llena, sin importar lo que la sociedad establezca como bueno o malo.


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